Gracias por abriros cuando hay algo al otro lado para mí…
Gracias por cerraros cuando deja de haberlo…
Gracias por estar, por dejarme pasar, quedarme un tiempo infinito o el tiempo necesario para saborear el espacio que hay al otro lado del mar…
Gracias por ser tan enormes para pasar mis maletas cargadas de sueños…
Gracias por ser tan pequeñas para no pasar más que lo que tiene que ser para mí…
Gracias por permitir que mis puños se hundieran en vosotras cuando no quería amortiguar el dolor…
Gracias puertas del universo, a todas… por estar.
Fotografía Pontevedra y Pontedeume, agosto 2016
Fotografía Lugo, noviembre 2016